Hacer queso es un arte, y comerlo un placer. Por eso mismo es normal que esta conserva haya echado raíces en nuestra cultura. ¿Cómo ha influenciado y ha sido representado el queso en el arte?
El tipo de arte por antonomasia que ha representado el alimento favorito de los turófilos es el bodegón o naturaleza muerta. Un ejemplo de esto es Clara Peeters, pintora flamenca considerada una de las iniciadoras del bodegón, que en su cuadro Bodegón con queso, pan y utensilios para beber representa el aperitivo perfecto.
Godofredo Ortega Muñoz, pintor español especializado en paisajes, tiene entre sus obras Bodegón del pan y el queso, expuesto en el museo Reina Sofía.
Un contemporáneo de Ortega Muñoz fue Salvador Dalí, que en su obra La persistencia de la memoria se inspiró en unos quesos camembert derritiéndose bajo el sol.
En la actualidad, a parte de tener museos y exposiciones en su honor como el Museo del queso Manchego, hay artistas que siguen representándolo en sus obras: Mike Geno, al que personalmente he descubierto preparando esta publicación, se define en su Instagram entre otras cosas como “foodist”, y un paseo por su perfil es una delicia en varios sentidos.
En definitiva, ya sea a través del arte, investigando para escribir esta entrada o de las papilas gustativas, siempre se puede disfrutar del queso.